Cada primer martes de mayo se celebra el Día Mundial del Asma (DMA), siendo hoy, 7 de mayo, el día con el que se pretende concienciar sobre esta enfermedad y su cuidado. La celebración del Día Mundial del Asma empezó en 1998 cuando la Global Initiative for Asthma (GINA) quiso instaurar un día dedicado exclusivamente a la concienciación del asma. Con este día las organizaciones dedicadas a esta enfermedad pretenden dar conciencia a la población de las afectaciones de esta enfermedad y dar consejos y recomendaciones sobre los hábitos saludables y tratamientos necesarios para esta afectación.
Con la creación de este día las organizaciones buscan cumplir con varios objetivos, como por ejemplo enseñar a los afectados a tratar la enfermedad y a saber reaccionar frente a una crisis de asma, ofrecer unos patrones a los médicos sobre cómo tratar a los pacientes de asma y reducir algunos factores de riesgo para esas persones que sufren la enfermedad.
Pero antes de detallar cómo se pueden reducir esos factores de riesgo o como tomar el control de la enfermedad, repasemos en qué consiste esta afectación.
¿Qué es el asma?
El asma es una enfermedad crónica de los pulmones que consiste en la inflamación y estrechamiento de las vías respiratorias, dificultando que cueste respirar y se produzca una sensación de ahogo. Además, el asma también causa periodos repetidos de silbidos al respirar (llamados sibilancias), tos o presión en el pecho.
No hay una edad en la que esta afectación sea más reconocida o empiece a producirse, pero es cierto que, por lo general, el asma empieza a aparecer en la infancia y se alarga en la vida del paciente, siendo en muchas ocasiones una enfermedad crónica que no tiene curación pero si muchos medicamentos y productos que calman la enfermedad. Con estos medicamentos y tratamientos los afectados pueden llevar una vida completamente normal. Además, muchas de las personas que tienen asma tienen unos síntomas muy leves que no suelen reproducirse con frecuencia, permitiéndoles hacer deporte, dormir toda la noche sin interrupciones o realizar cualquier tipo de actividad de forma normal.
¿Qué es un ataque de asma?
Los pacientes con asma tienen las vías respiratorias inflamadas, por lo que con algunas sustancias o en ciertas situaciones de mucha actividad física las vías respiratorias reaccionan y los músculos que las rodean se contraen estrechando dichas vías y haciendo que sea más difícil la llegada de aire. Cuando estos síntomas son leves y desaparecen después de un tratamiento médico o un producto especializado, el asma está controlado, pero en otras situaciones los síntomas persisten o se vuelven más intensos y se produce un el llamado ataque de asma.
Por eso es tan importante actuar a tiempo y calmar los síntomas del asma a tiempo para que estos no se reproduzcan y puedan llegar a convertirse en un ataque. Los ataques de asma graves pueden llegar a requerir atención médica de urgencias o incluso la muerte del afectado.
¿Cómo tratar el asma?
Uno de los utensilios/productos más conocidos y asociados con el asma es el broncodilatador. Este es un tratamiento inmediato que normalmente se administra por vía inhalatoria, aunque también existen los de duración prolongada que no hacen efecto al momento de tomarlo pero sí que producen efecto durante el día y los días siguientes. Este broncodilatador hace que los bronquios y bronquiolos de los pulmones se dilaten mejorando el flujo del aire y mejorando la respiración. Este es el tratamiento más conocido y para afectaciones de asma más leves, según el origen del asma o los síntomas se utilizan otros tratamientos como antihistamínicos, vacunas, medicamentos como a cortisona (corticoides), etc.
El asma puede ser producido por la inflamación de la mucosa broncoidal, por un broncoespasmo(estrechamiento de las vías respiratorias) o por alergias, por lo que cada tratamiento será elegido en función del tipo de afectación que se sufra. Lo más importante es acudir a un médico para que diagnostique el tipo de asma sufrido y pueda asignar un tratamiento de forma correcta. Gracias a las nuevas tecnologías y al avance médico de los últimos años existen muchos productos y medicamentos que hacen que el asma, a pesar de ser una enfermedad que no tiene cura, sea una enfermedad menor y de fácil control.
Uno de los tratamientos más eficaces para mejorar el estilo de vida de los pacientes con Asma son LAS CÉLULAS MADRES AUTÓLOGAS.
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